El ser sin brazos se abalanzó sobre Melissa pero ella rodó en el suelo como los soldados en el campo de batalla.
La criatura se estampó directamente con las palancas y la máquina soltó unas cuantas chispas. La linterna que estaba apoyada sobre una repisa de metal cayó al suelo a causa del impacto y Melissa alargó el brazo para cogerla. Pero su mano se encontró con otra cosa.
Sus dedos se cerraron en torno al metal y alzó la palanca que se había desprendido de la máquina.
Aquella escena la recordaba mucho a la fotografía de la sala de enfermeras, pues cuando se puso en pie aprovechó el estado de la criatura que estaba arrodillada frente a la máquina y le propinó un fuerte golpe en la espalda. El metal se partió en dos y las dos partes de la palanca volaron por los aires. El monstruo aulló de dolor y cayó al suelo.